HECHIZOS INVISIBLES

Dueña de un millón de hechizos invisibles
y sueños eternos que no aprendiste a contener,
convidas contrastes que persiguen imposibles
y una ciega belleza tan difícil de entender.

Tu mirada es un arma de doble filo,
certera no titubea ante ningún corazón
pero esos ojos dejan tus secretos pendiendo de un hilo
como aquel que una noche tu boca me confesó.

Tendremos que juntar lo que quedó
las cenizas de una ilusión,
mi cielo, tu suelo y este adiós.
Estuve tan cerca del sol
que ahora yo te tengo que cuidar
de mi amor.

La reina de corazones está marcada
y vos jugás sin valorar lo que ganas o perdés,
a las hadas de tus cuentos ya no les sirven las alas
y en los finales felices dejaste de creer.

Ángel enterraste tantos tesoros
pero estoy seguro que ninguno fue una canción,
guardala aunque no quede nada de nosotros
hasta que al fin puedas mandar en tu corazón

Tratá de comprender que yo no soy
tan ingenuo como crees que soy
este tonto siempre te entendió
pero no supo calmar tu dolor,
por eso hoy tuve que aprender
a decir adiós.